Un programa muy particular

En un primer momento, cuando el viernes por la noche tomé conocimiento de lo que ya todos sabemos pensé en realizar un programa sólo musical. Con la ayuda y los comentarios de Horacio Rovelli pasarnos dos horas escuchando tangos. Pero luego reflexioné y me pareció una cobardía más que una expresión de desprecio.

Más de una vez le escuché decir a Perón (el general solía repetirse) que si uno quería comprobar si un hombre era rengo había que dejarlo caminar.

Sergio Massa se inició originalmente en política en la UCD.

En la primera gestión de Néstor Kirchner fue responsable de la ANSES.

Más tarde fue jefe de gabinete durante los primeros meses de la presidencia de Cristina, de dónde salió eyectado en la crisis del campo.

Durante todos estos años fue una recurrente visita a la embajada de los EE. UU. donde, como mostraran los documentos revelados por Julián Assange y publicados por Santiago O´Donnel en nuestro país, se expresaba en contra de sus jefes.

Luego de las elecciones de 2011, donde la presidenta alcanzó la reelección por una diferencia notable de votos sobre una oposición muy dividida, los grupos dominantes, temerosos que en las legislativas del 2013 lograra una mayoría en las cámaras que posibilitara un tercer mandato, resolvieron desgajar al partido mayoritario.

Massa fue el hombre indicado para llevar a cabo esa tarea a partir de la creación del Frente Renovador, que hizo su debut justamente en aquellas elecciones intermedias y cosechó unas cuantas bancas, a expensas del partido gobernante. Uno de sus asesores y mentor en esas circunstancias fue Alberto Fernández.

Para las elecciones de 2015 estuvo decidido a postularse a la presidencia pero el llamado “círculo rojo”, donde apoyaba sus aspiraciones, le fue esquivo: optó por apoyar a Macri, consustanciado con las grandes finanzas internacionales.

Pero Massa no resignó sus aspiraciones: obtuvo una buena representación parlamentaria y en la provincia de Jujuy constituyó una alianza con Gerardo Morales, candidato a gobernador por Juntos por el Cambio, donde se reservó la vicegobernación. Esa alianza está vigente. Es decir, Massa es tan responsable como Morales de los años de detención que lleva sufridos Milagro Sala.

Durante los primeros años del gobierno de Macri esa bancada apoyó todos los proyectos del PRO (pago a los fondos buitres a como de lugar, blanqueo impositivo para favorecer a la familia presidencial y otros canallas del poder real en la Argentina) y no tuvo el menor pudor en acompañar al presidente ante organismos internacionales donde fue expuesto como el peronismo “blanco”, el peronismo “civilizado”, la expresión buena de esa corriente innoble del pensamiento nacional y popular.

Cuando se configuró el Frente de Todos una de las razones para nominar presidente a Alberto Fernández fue su ascendiente para sumar al Frente Renovador y Massa, como presidente de la Cámara de Diputados, quedó en línea con eventuales reemplazos presidenciales.

Pero, dejando ingenuidades de lado, la incorporación de Massa al Frente lo habilitó para acceder a diversas “cajas” del poder. La más significativa es AySA en manos de su esposa Malena.

Luego sobrevino, con acuerdo de CFK y su hijo, la promoción a superministro de Economía y en el desempeño de sus funciones intentó negociar con “el campo” al cual lo hizo destinatario de enormes privilegios cambiarios, a expensas de la economía nacional y trató de negociar con el FMI los términos de un acuerdo miserable, todavía sin éxito.

En alguna actividad pública, donde coincidieron Larreta, Massa y el embajador de los EE. UU. Marc Stanley, este último en una intromisión intolerable para la soberanía nacional (que no mereció el menor comentario de nuestro gobierno) sugirió la unidad de ambos “referentes políticos” para contribuir a mejorar las condiciones del país.

Luego de un vergonzoso proceso de idas y venidas, de muchas dudas, de indefiniciones que hablan elocuentemente del estado mental de nuestros dirigentes, del grado de impotencia que deben padecer, resulta que este personaje termina siendo el candidato presidencial.

La fórmula de la unidad se completa con Agustín Rossi, compañero merecedor de un mejor destino.

Parece mentira, pero la “paciente paciencia” de la diplomacia del Imperio lo ha logrado. Ciudadano argentino, querido compañero: en estas PASO podés optar entre Massa, Bulrrich, Larreta o Milei.

Por otra parte, pienso en la elección de Alberto (que una vez electo repitió muchas veces que no se volvería a pelear con Cristina) y ahora en este nuevo candidato que se muestra tan ambicioso de poder. ¿Otra vez vamos a tropezar con la misma piedra?

¡El Pueblo salve a la Argentina!

 

24-06-2023

 

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