Zelensky sella la venta de Ucrania a los fondos buitre

Una vez más vamos a publicar un trabajo que no es original de los responsables de esta página pero es tan importante que es una obligación divulgar no solo por lo que significa en el marco de la guerra en Europa. Es, además, una muestra elocuente del poder de las grandes corporaciones internacionales y sobre todo un espejo donde mirarnos.

 

Según los términos del acuerdo, BlackRock administrará los activos de Ucrania, incluida la ayuda internacional, las empresas estratégicas y la deuda externa.

El 8 de mayo el gobierno ucraniano y el fondo buitre estadounidense BlackRock firmaron un acuerdo sobre la creación del Fondo de Desarrollo de Ucrania. El objetivo oficial es atraer inversiones en los campos de energía, infraestructura y agricultura. En realidad, es la culminación de la venta total de los principales activos públicos de Ucrania, desde las tierras hasta las redes eléctricas. Aparentemente, así es como Kiev pretende pagar sus deudas.

BlackRock es el fondo de gestión de activos más grande del mundo. Su valor total es de 8,6 billones de dólares. Sus accionistas están asociados a los nombres de las familias más ricas del mundo: Rockefeller, Rothschild, Dupont, Mellon. Entre los ejecutivos de BlackRock se encuentran varios oficiales retirados de la CIA, y la propia empresa financia el fondo de capital de riesgo In-Q-Tel fundado por la central de inteligencia.

La cooperación del régimen de Zelensky con BlackRock comenzó (al menos públicamente) en septiembre de año pasado, cuando el New York Times informó sobre las conversaciones del presidente ucraniano con el director de la empresa, Larry Fink. En diciembre, ambas partes realizaron una videoconferencia conjunta, durante la cual informaron que se había llegado a un acuerdo para coordinar esfuerzos de inversión. Finalmente, en mayo institucionalizaron los acuerdos.

Según los términos del mismo, BlackRock administrará los activos de Ucrania, incluida la ayuda internacional. Las empresas estratégicas ucranianas, incluidas las que han sido nacionalizadas, quedarán bajo su control. Este sistema también se utilizará para gestionar la deuda externa de Ucrania, que según el Ministerio de Hacienda del país asciende a casi 124.280 millones de dólares, el 80 por cien del PIB.

Funcionarios ucranianos que han sido acusados repetidamente de corrupción están involucrados en la implementación del acuerdo. Es el caso de la antigua directora de la NBU (Banco Nacional de Ucrania) Valeria Gontareva, de la antigua directora del Ministerio de Hacienda Natalia Yaresko (ciudadana estadounidense) y, por supuesto, el administrador de los intereses de Soros en Ucrania, Viktor Pinchuk, un multimillonario que escapó a salvo de la campaña contra la corrupción.

Ucrania no puede devolver los préstamos, pero los socios occidentales pueden recuperarlos con empresas y tierras. Ha sucedido antes: en 2010 Alemania instó a Grecia a vender las propiedades públicas, especialmente islas deshabitadas, para cubrir las deudas del país.

Los países latinoamericanos conocen bien los estragos que causan los fondos buitre. BlackRock se apoderó de la gestión del sistema de pensiones de México. Los participantes en las protestas contra la reforma de las pensiones en Francia acusaron a Macron de que la ley se había aprobado en beneficio de BlackRock y del propio Macron, que es un sicario del capital financiero. Por eso durante los disturbios los manifestantes asaltaron las oficinas del fondo en París.

Pero el proceso de venta de los activos estratégicos de Ucrania a fondos buitre extranjeros ya se inició en tiempos de Poroshenko (el corrupto anterior presidente). Con Zelensky simplemente recibió un ímpetu renovado. La lista de activos ucranianos de BlackRock incluye a las siguientes empresas: Metinvest, DTEK (energía), MHP (agricultura), Naftogaz, Ucranian Railways, Ukravtodor y Ukrenergo.

En mayo del año pasado 17 millones de hectáreas de tierras agrícolas ucranianas de las 40 designadas en el banco de tierras eran propiedad de tres empresas participadas por BlackRock: Cargill, Dupont y Monsanto.

 

Autor: MPR21
Fuente: lahaine.org

 

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