Desde hace 284 semanas, todos los domingos, a partir de las 16 horas, desarrollamos nuestro programa radial en La Tribu (88.7). Decirlo es fácil pero conlleva doscientas ochenta y cuatro semanas ininterrumpidas de programación. Para ello Ricardo me pasa a buscar (ambos vivimos en Temperley) un poco después de las 14:30 horas y encaramos rumbo a la radio. Allí se suman Horacio y Sergio.
Decidimos alterar esta rutina a partir del domingo 5 de enero y hasta el mes de febrero y para todos significa una modificación en nuestra forma de vivir el fin de semana. Creo que la decisión finalmente fue mía pero de alguna manera era esperada por todos. Hacía falta tomar alguna distancia para reflexionar.
Iniciamos las emisiones hace más de 5 años, en tiempos del desgobierno de Macri, continuamos en el antigobierno de los Fernández y estamos atravesando la pesadilla de los hermanos Milei. Hemos soportado la nauseabunda tarea llevada a cabo por el PRO con sus aliados radicales que dan vergüenza y merecen el calificativo que les impuso Quintela, el gobernador de La Rioja; sufrido hasta el hartazgo las vacilaciones y claudicaciones del Frente de Todos y esta situación inédita del gobierno de La Libertad Avanza (LLA).
Por obra y gracia de los despistes políticos de los Fernández arribamos a este tercer ciclo de gobiernos recientes, en definitiva cuarto ciclo de imposición neoliberal (la dictadura, el menemato, y el macrismo lo antecedieron) pero en verdad a partir de la transición democrática (digamos Alfonsín) los grupos concentrados de la economía han intensificado sus políticas tendientes a convertirse en los amos de la Argentina. Ni siquiera durante la gestión de los Kirchner cesó ese proceso. Efectivamente, no fue magia.
Creo que en el transcurso de estos largos años nuestra línea editorial fue correcta pero encuentro cierta inconsistencia a partir de la experiencia del gobierno de LLA. Inicialmente pensamos que el mismo era insostenible: ningún senador, pocos diputados, ningún gobernador, ninguna intendencia. Nos olvidamos que habían sido puestos por los dueños del país (Macri incluido).
Nos pasamos varios meses convencidos de que no disponían de medios para hacer frente a los compromisos externos y despreciamos los posibles recursos que podían provenir, por ejemplo, del blanqueo. En consecuencia, vaticinamos crisis, cuellos de botella que no llegaron. Ahora, ante el sorpresivo éxito de algunas variables, no faltan quienes auguran que las condiciones están dadas para una sensible mejora de la economía que sin lugar a dudas se traducirá en un importante éxito electoral en las votaciones de medio término del corriente año. Bueno, ni tanto, ni tan poco.
El momento es de difícil interpretación, no solo por lo insólito del gobierno de LLA sino por la desdichada imagen de la oposición, al menos de la oposición real que vendría a ser el peronismo. De esa dificultad dan cuenta los pocos medios que expresan voces más o menos independientes.
En “El diplo” nos sorprende el editorial de enero (El camino del Inca) porque luego de un minucioso detalle de las consecuencias que a la sociedad argentina le produce la política del gobierno, José Natanson, termina afirmando que “si Milei ganó las elecciones fue porque supo leer mejor que otros candidatos las transformaciones experimentadas por la sociedad… (y) por primera vez en mucho tiempo estamos ante un gobierno que se ha trazado un rumbo y está decidido a seguirlo”. ¿Habla en serio este muchacho? ¿Ignora que quienes efectivamente gobiernan son los grupos concentrados (sus asesores han redactados las leyes, sus CEOS están en sectores estratégicos, acomodan las variables macroeconómicas fundamentales conforme a las necesidades de cada momento) que en un año se han apropiado de una parte fenomenal de la renta de los argentinos? ¿Es posible omitir semejante realidad? ¿Es posible que un intelectual con su formación ignore este dato elemental?
Natanson ha solido incurrir en interpretaciones parecidas durante la gestión del PRO, pero no escarmienta. Sorprende. pero no tanto. Sin embargo, en el mismo número, un tipo respetable, Claudio Scaleta reflexiona sobre “El imperialismo tecnológico, etapa superior del capitalismo”, donde considera la fase actual del sistema único dominante, que se presenta con dos variantes principales, la estadounidense y la china, donde concluye que por tal razón “la batalla es intracapitalista y la carrera es tecnológica. Los niveles de planificación y los volúmenes de inversión excluyen a la periferia en la disputa”. Debe leerse excluyen a la Argentina.
Y esta conclusión, que te deja anonadado, si bien es válida permite de todos modos preguntarse ¿y ahora, qué? Porque hoy y aquí, se juega el destino de los argentinos y sobre ese tema no se habla. El destino es el futuro, cierto, pero hoy y aquí estamos decidiendo si tenemos futuro.
Por otro lado, el único analista pensante de que dispone La Nación+, en la última emisión del año 2024 de su programa “Odisea Argentina”, discurrió sobre “Las grandes incógnitas políticas para 2025”.
En la primera parte del programa habló extensamente respecto al estado de ánimo de al menos una parte importante de la ciudadanía frente a la política que revela una reconfiguración del mapa político por obra de dos temas fundamentales: el inteligente manejo de la ministra de Desarrollo Humano en variables que afectan los ingresos de sectores menos favorecidos que se ponía en evidencia en la ausencia de reclamos críticos por la falta de recursos y el triunfo del gobierno en su lucha contra la inflación, que es lo mejor que le podía pasar a un país con el 50% de pobres según los cálculos oficiales. Todo ello sustentado en cuadros estadísticos que confirmaban sus asertos.
En porteño, me parece todo una cargada. Repito cargada, no me equivoco.
Estos conceptos ameritan un mínimo comentario: con respecto a la gestión del mencionado ministerio, cabe recordar que se basó en el ninguneo de las necesidades de los sectores más carenciados (falta de entrega de mercadería a los comedores populares, por ejemplo) y destinar fondos a variables controlables ciertamente necesarias para la población con el específico propósito de mantener a la gente alejada de reclamos en las calles. En lo que se refiere a la “batalla contra la inflación”, después de la brutal devaluación de diciembre 2023, el recorte de ingresos de los sectores mayoritarios a impuesto una recesión que repercutió sobre los precios, previo robo de los primeros meses de gestión del gobierno donde la suba de todos los productos fue una corrida delirante por medio de la cual las corporaciones se comieron un gran porcentaje del ingreso nacional. El primer punto apuntaba a disponer de calles sin reclamos tumultuosos y el segundo a satisfacer a los sectores medios. Las medidas represivas del ministerio de Seguridad no cuentan y los posibles arreglos con ciertos líderes de los movimientos sociales, te los debo.
En la segunda parte, luego de destacar que Milei se propone un sueño hegemónico muy lejano a sus supuestas aspiraciones libertarias, abordó las disputas internas en los espacios opositores y en el propio oficialismo. Prescindió de hacer referencia al estado de situación que imponen los grupos dominantes. ¿Es creíble que alguien con tanta información los ignore? Precisamente hacen alarde de tanta información para con ella evitar hablar del tema fundamental que cruza a toda la sociedad: sus propietarios.
Personalmente me declaro un lector contumaz de Horacio Verbitsky. Nadie que lo haya seguido en los últimos meses puede ignorar su permanente adhesión a CFK y, en este tiempo, su distanciamiento con Axel Kicillof. El tema que divide al peronismo trata de no abordarlo y en la última entrega de “El Cohete a la Luna” se convirtió en un periodista de necrológicas. Se refiere a personalidades fallecidas recientemente, que son importantes, pero no deberían impedirle comentar la cotidianidad que vivimos.
Es decir que los intelectuales orgánicos del sistema olvidan quienes son los dueños de la Argentina y quien verdaderamente maneja la cosa pública y aquellos que responden al campo popular siguen el viejo consejo del viejo general, “desensillar hasta que aclare”.
Por nuestra parte, trataremos de aclarar un poco el panorama.
Durante el desarrollo de la campaña electoral del año 2023, invitado por amigos, asistí a un acto en el Estadio Único de La Plata donde se esperaba que CFK definiera su candidatura. Todavía no se había producido el atentado contra su vida y pese al reclamo multitudinario, desistió de ser candidata y le recordó a los jóvenes asistentes que todos tenían en su mochila el bastón de mando de los conductores. Esta expresión, lejos de ser original, la había manejado Perón ya en sus primeras presidencias y mucho más durante el exilio. Sin embargo, en el movimiento jamás se trabajó para promover nuevos dirigentes hasta tal punto que al momento de renunciar, allá por 1955 a su cargo presidencial, el general convocó a asumir la conducción del país al Ejército por considerar que no existía alguna persona con el suficiente predicamento para hacerlo.
La elección de candidatos en 2015 (Scioli), 2019 (Alberto Fernández) y 2023 (Massa) reveló, una vez más, esa enorme carencia del movimiento popular.
La irrupción de una figura desquiciada en la política nacional como resulta ser Javier Milei (JM) no podía dejar de sembrar un importante vendaval en la oposición. Macri, que contribuyó a su entronización, está padeciendo los efectos de este personaje: primero se adueñó de algunos dirigentes y ahora apunta a comerse sus votantes. Y si llega a haber anuncios de algún tipo de alianzas será por temor al espanto, es decir al kirchnerismo, pero no serán más que alguna unión transitoria. No hay espacio para juntar en serio ambas fracciones, más allá del mensaje del odio, que ambas fomentan.
Si es cierto, como creo, que los hilos conductores del presidente terminan en las grandes corporaciones que imponen sus designios, una de las razones del deterioro político de Macri es consecuencia de la decisión de los mandantes del “circulo rojo” de no renovarle un crédito luego de su notable fracaso en la gestión del PRO. El personaje se encuentra por lo menos distanciado de los más poderosos que le recriminan primero su falta de eficacia y, como si fuera poco, que siempre ha privilegiado, por encima de cualquier otro interés, el suyo propio: ahí está su juicio por el Correo derivado al ámbito judicial de la ciudad de Buenos Aires o su notorio interés por la “hidrovía del Paraná” para comprobarlo.
Así mismo, el PRO tiene internamente sus propios desaguisados, Ritondo mediante.
El radicalismo, mero furgón de cola del PRO, está desmantelado como nunca con sectores en alianza fraternal con JM, otros que toman prudente distancia de semejante engendro y unos pocos que exigen un volver a las fuentes, que lamentablemente están muy lejanas y quizá sin agua.
El mayor de los problemas entre las filas de la oposición está radicado en el partido Justicialista (PJ). Es asombroso que luego de más de un año de la derrota no haya nadie capaz de una verdadera autocrítica, necesaria no para flagelarse sino para encontrar las raíces del fracaso.
Como consecuencia de las últimas elecciones, la provincia de Buenos Aires quedó en manos del peronismo, a través de la gobernación de Axel Kicillof (AK). En Buenos Aires la presidencia del PJ está manos de Máximo. Asumió ese cargo hace tiempo con la oposición judicial de Grey, intendente peronista de Monte Grande. Máximo se apoya en su rol de líder de “La Cámpora” y resulta sorprendente que varios integrantes de la misma se hayan alejado de ella para apoyar a AK. El caso más notorio es el de “El Cuervo” Larroque.
El gobierno de Axel es un bastión contra el gobierno nacional, tiene una gestión razonablemente buena pero en su interior conviven varios sectores del PJ. Entre los ministros hay quienes responden al Frente Renovador de Massa (el caso del ministro de Transporte, Jorge D’Onofrio, eyectado por corrupción y reemplazado por otro hombre del mismo origen), gente vinculada a Sergio Berni, algunos integrante de La Cámpora” y otros que conforman el núcleo duro del gobernador.
Axel no la tiene fácil y este internismo lo perjudica al punto de haberlo dejado hasta ahora sin el presupuesto para 2025. El origen de esta situación deberíamos buscarlo en una frase del gobernador que hizo evidente su deseo de diferenciarse (“necesitamos una nueva canción”) y el lanzamiento de un suplemento diario en el diario “Página 12” (Buenos Aires/12).
Con el fragor de los últimos enfrentamientos Axel está permanentemente de campaña en su jurisdicción empujando obras y proyectos con anclaje en la ciudadanía. No ha hecho otra cosa que utilizar su bastón de mariscal, pero ello genera problemas. ¿Porqué genera problemas? Porque para gobernar, si es que le toca hacerlo, necesita el armado de lista donde confluyan representantes que se identifiquen con su núcleo duro, cosa que no ocurriría si se mantiene la integración en base al dedo mágico de CFK; porque para tener alguna probabilidad de acercar votos independientes la dependencia de CFK es un costo difícil de superar; porque hay alguna posibilidad de desdoblar el acto eleccionario provincial, donde prevalecerían los intereses de unos cuantos intendentes encolumnados en el PJ, del nacional, donde se impondría la candidatura de CFK, en las elecciones de medio término del corriente año, con vistas a 2027 y fundamentalmente porque en este 2027 CFK aspira a un gran frente que trataría de tentar a los sectores que representan a “la gran avenida del centro” como forma de enfrentar a la derecha. Ello demanda otro candidato, proveniente de ese espacio. ¡Otra vez sopa, diría Mafalda!
Hay quienes piensan que eso no alcanza y que es imprescindible definir un proyecto de salvación nacional, donde estén expresadas las extremas necesidades de la Patria y el Pueblo.
Por otra parte, ¿podrá Axel desarrollar un proyecto diferenciado de CFK? ¿Le da el cuero para tanto? Esto también me parece una cargada. Reitero: cargada, no me equivoco.
Pero, como dice habitualmente Ricardo, hablar de las estrategias para el 2027, hoy y aquí es tan prematuro que puede sonar descabellado. En todo el mundo, y sobre todo en Argentina, ¡falta tanto para el 2027!
El domingo ha sido decididamente diferente pero si bien no pasamos por la radio no pudimos sustraernos a formular estas divagaciones.
05-01-2025