Siempre hubo situaciones que eran de difícil comprensión para el ser humano. Durante siglos se apeló a la intervención divina: los milagros; más cerca en el tiempo y como reacción a una explicación religiosa, hubo quienes atribuían aquello que no entendían a la intervención de extraterrestres. Por extraño que resulte, necesitamos encontrar explicaciones aun cuando sean medio rebuscadas y poco racionales.
Por lo que me pasa a mi y también, por lo que escucho a mi alrededor que manifiestan otros compañeros, somos muchos los que no entendemos la interna entre Cristina y Kicillof. No parecen ser proyectos muy diferentes, tuvieron una actuación juntos donde no se conocieron, al menos públicamente, posturas enfrentadas. En cuanto a la parte de la población que podría votar a uno es muy coincidente con quienes votarían al otro. Mas, nadie puede desconocer los pergaminos de Cristina ni su vigencia, tampoco el grado de aceptación entre los votantes, pero tampoco se puede ignorar, que si el gobierno nacional doblega al de la Pcia de Buenos Aires, que encabeza Axel Kicillof, es muy difícil que el peronismo pueda reponerse. Se puede agregar que hay coincidencia en que el delfín debe deshacerse de quien lo ungió, pero eso, entiendo que debe pasar luego de haber alcanzado el cargo y no cuando todavía no ocurrió. Entonces… una explicación posible es que esto es un triunfo de los publicistas.
Trato de explicar. Repasemos las últimas elecciones y sus campañas. En el año 21 la coalición Juntos por el Cambio ganó con una gran diferencia, el triunfo fue tal que desde ese grupo estimaban que quien fuera como candidato en el 23, se llevaba el premio mayor. La interna que enfrentó en las PASO a Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, acaparó toda la atención. Tanto la acaparó, que hubo quienes desde otras posiciones políticas, pensaron que podía ser conveniente participar, intervenir en esa interna, no sé si lo llegaron a hacer, igualmente es demostrativo del nivel de atracción que alcanzó entre propios y extraños la disputa de los dos candidatos de la interna de Juntos por el Cambio. .
Juntos por el Cambio, reúne o reunía al PRO de Mauricio Macri, la Coalición Cívica de Elisa Carrió y la UCR de Losteau que ahora es el presidente, pero también de otros dirigentes que no le responden demasiado. La interna con Rodríguez Larreta que era del PRO y Pato Bullrich de, bueno de algún partido, la pertenencia de esta dirigente a un partido es poco duradera. Eran dos perfiles diferentes, por un lado un dirigente con una extensa trayectoria en CABA, primero con Mauricio Macri, como mano derecha y según muchos el verdadero gestionador en la ciudad, esto durante los 2 mandatos de Mauricio Macri, 8 años y luego 8 años más como continuidad de su jefe ya al frente con la espectativa de seguir el recorrido de saltar de la ciudad a la nación. La otra candidata era menos presentable, había pasado como ministra de Trabajo en el gobierno de De la Rúa en 2001 y también como ministra de seguridad con Mauricio Macri. Contra todos los pronósticos, ganó la interna Patricia Bullrich, anticipando que los criterios que se imponían para una parte importante de la población, no eran la cordura, el temple, la experiencia y la previsibilidad. Esto se verifica claramente ya que las elecciones nacionales -cierto que en 2da vuelta- las ganó alguien como Javier Milei.
Esto parece haber inspirado a los publicistas del máximo partido opositor. Pero es bueno recordarles que es muy probable que para las elecciones del 2025 no tendremos esas internan obligatorias, el gobierno está dispuesto a modificar la ley electoral para eliminarlas. Si el objetivo es ampliar la base electoral con una interna bien picante para atraer mas votos, da la impresión que este no es la mejor estrategia, es probable que lo que ocurra sea exactamente lo contrario.
Tal vez sería bueno avisarles a Cristina y a Kicillof y a sus asesores y publicistas que la estrategia difícilmente genere una ampliación de la base electoral, por lo evidente que resulta lo extraño de la situación de la disputa, da la impresión que el rumbo está errado. La base electoral al no entender lo que pasa opte por abstenerse y se quede afuera. Siempre hay tiempo para corregir, aunque tengo para mí que el daño se suma a muchos anteriores: ver a la política como algo que algunos entienden y de lo que la mayoría quedamos afuera.
Ricardo Grosso
octubre 2024