En estos tiempos no es fácil encontrar en los medios de comunicación material de interés. Es lo más habitual en la prensa escrita, donde abundan los cagatintas. Mejor no hablar de las emisiones radiales y televisivas, donde parecen asentarse los formadores del odio. Sin embargo, pueden encontrarse perlas que merecen una atenta lectura.
Mónica Peralta Ramos es una eminente investigadora social de nuestro país cuyo trabajo quedó expuesto en numerosas contribuciones que esclarecen muchos de los grandes problemas que atraviesan a nuestra sociedad.
En los últimos tiempos son siempre esperadas sus columnas de “El Cohete a la Luna”, donde indaga sobre la situación internacional con una fuente de información envidiable, pero siempre remite, sobre el final, a un breve comentario sobre la situación nacional.
En ese empeño permanentemente convoca a construir un proyecto político de “abajo hacia arriba” como modelo de construcción política. Y el domingo 16 de abril fue capaz de expresar semejante síntesis.
«La Argentina tiene la segunda y la cuarta reserva mundial de gas y petróleo no convencional; la segunda reserva mundial de litio; oro y minerales críticos en abundancia; una de las reservas acuíferas más importantes del mundo y capacidad para alimentar a más de 400 millones de personas. Sin embargo, 40% de su población es pobre y casi un 10% es indigente; sus minerales y productos energéticos se exportan por declaración jurada, pagando ínfimas regalías y gozando de diversos subsidios; buena parte de sus exportaciones de cereales se pesan y exportan desde puertos privados, se triangulan, se sub-facturan o se retienen con el objetivo de incidir sobre el tipo de cambio. En los dos últimos años, el gobierno obtuvo un superávit comercial de 35.600 millones de dólares y la mayor parte del mismo fue destinada al pago de la deuda en dólares de corporaciones, muchas de ellas filiales o asociadas a multinacionales. Hoy el gobierno carece de reservas internacionales y busca al Presidente Biden para que lo ayude a cumplir con las exigencias del FMI.
»Este escenario es consecuencia de una matriz productiva que desde hace décadas profundiza el control monopólico sobre sectores claves de la economía, la dependencia tecnológica, un mercado de trabajo cada vez más restrictivo y un endeudamiento ilimitado. Ningún gobierno democrático intentó modificar esta matriz y todos fueron víctimas de la desestabilización política producida por la inflación y las corridas cambiarias motorizadas por estos grupos monopólicos, en permanente pugna por aumentar sus rentas y ganancias y fugarlas al exterior. El Acuerdo con el FMI; la importancia que tienen los recursos del país en la actual coyuntura internacional y la inminencia de elecciones agudizan esta puja y colocan al país ante una situación límite, en la cual el lawfare es simplemente otra cara de la dolarización y del saqueo, mientras el gobierno se doblega ante estos embates.
»Las hordas macristas se pelean por los cargos futuros, pero se unifican con la extrema derecha reclamando devaluación, dolarización, precarización salarial, mano dura contra el populismo y privatización de los recursos naturales. Las diferencias son aparentes: todos comparten el objetivo de “sanear” la economía a garrotazo limpio. El gobierno, a su vez, cree que con las promesas de Biden y los artilugios de un ministro de Economía que seduce al FMI y tiene buenos contactos en Washington D.C. podrá radiar al kirchnerismo y eventualmente ganar las elecciones. El resto del Frente de Todos no tiene un programa de cambio, que con medidas claras muestre a la población que existe una alternativa al caos actual y un proyecto de futuro. En este contexto, la proscripción de la Vicepresidenta debería señalar a todos que el lawfare y el ajuste del FMI son dos aspectos de un mismo fenómeno y que los manejos y las idas y vueltas del ministro de Economía implican una pérdida de tiempo y un retroceso político inexorable. De ahí la necesidad de plantear un programa con medidas de corto y mediano plazo, que muestren al pueblo el compromiso con un cambio inmediato. No se puede perder más tiempo.»
Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/hacia-un-mundo-desdolarizado/