“Estaba sentado un día solo y triste, sin amigos,
cuando una voz se oyó sonando de las tinieblas
que me decía ¡Arriba ese ánimo! ¡Las cosas
podrían ir peor!
“Así que me levanté, muy animado y
ciertamente, la cosa me fue mucho peor.”
(De una viñeta de Caloi)
Hace bastante tiempo publicamos “Estado de situación” (I) acompañado con esta misma viñeta pero jamás pensamos que las cosas iban a empeorar tanto.
El gobierno de las grandes corporaciones dueñas de nuestra Patria está instalado como es visible a través de los hermanos Milei y una runfla de electos por un procedimiento pseudodemocrático gracias al odio desarrollado por una parte importante de la sociedad y la inconcebible, inconsistente e imbécil actitud del movimiento nacional y popular que no fue capaz de distinguir que la única manera de ponerle límites a los poderosos es ganando la conciencia de las mayorías para enfrentarlos.
En las actuales circunstancias además de una planificación horrorosa (no sé si la palabra es suficiente) en materia económica (por otra parte condenada inevitablemente al fracaso), se percibe un revanchismo social solo equiparable al vigente durante las dictaduras y el nefasto macrismo. Creo que los supera por varios cuerpos.
Es más que revancha: es odio hacia el otro, es falta de solidaridad, es la convicción de que el Estado es un ladrón serial y la justicia social un robo. Es, en definitiva, un mensaje falaz, contranatura y carente de humanidad lanzado a los cuatro vientos. Y como el grado de locura es incurable e inabarcable ya no le alcanza con imponerse en nuestro territorio y aspira y actúa para convertirse en un líder internacional.
Avergüenza que el país tenga semejante representación.
Pero es urgente poner en claro que estos fantoches, estos monigotes despreciables, estos seres (¿llegan a serlo, han alcanzado ese grado?) miserables encaramados en el poder no son nada. No es nada el arquero fracasado. el roquero intrascendente y el autoproclamado economista por más que tenga comunicaciones celestiales. Es urgente decir que la figurita impresentable que ejerce la vicepresidencia es una comprometida defensora de los asesinos del proceso y una asidua visitante del miserable conductor de las mayor masacre de nuestra historia. Es urgente recordar que en la linea sucesoria está instalado alguien que lleva el apellido del mayor traidor de nuestra historia, que desde la presidencia no dudó en abrazarse con los Alsogaray y el almirante Rojas. Es urgente no olvidar que el manejo de la economía está en manos de un endeudador permanente que se dice asesor de los grandes grupos financieros internacionales, antes que defensor de los intereses nacionales. Es urgente saber que la seguridad está a cargo de una mujer ambiciosa que no ha dudado en cruzar todos los limites de la decadente democracia para satisfacer su vocación de poder, responsable de la desaparición de Santiago Maldonado y del asesinato de Rafael Nahuel. Es urgente tener presente que hay radicales dispuestos siempre a la prostitución de sus ideas, muchos Pichetos colgados de cualquier forma a los cargos públicos, siempre corriendo en auxilio del presunto triunfador.
Y expresar que nos referimos a Milei, Villarroel, Caputo, todos los Menen, Bullrrich sin nombrarlos para no ensuciar el papel con tanta mierda, tanta alta mierda. En cuanto a Macri y el extinto PRO mejor no hablar y en lo que se refiere a muchos de nuestros supuestos dirigentes nacionales y populares ya mismo ni una sombra serán: el acomodaticio Scioli, el pusilánime Alberto Fernández, el alcahuete de la embajada imperial Masa y los cientos de Jaldos dispuestos a todo.
Sin embargo, no hay que permitir que el árbol no deje ver el bosque, porque toda esta fauna no es nada. Son los mascarones de proa del barco que en realidad conducen no más de veinte grandes grupos económicos que se han adueñado de la Argentina y la explotan para sí y hoy están dispuestos a transar con los fondos buitres internacionales para robar lo que nos queda.
Y lo que nos queda no es poco. Somos un país con notables reservas de petróleo y gas; minerales raros (especialmente el litio); agua, el bien quizá mas codiciado; enormes recursos agrícolas; capacidad industrial; bendecido con múltiples bellezas a lo largo de nuestro extenso territorio y un pueblo con ganas de ser laborioso, aunque no lo dejan.
Ellos vienen por todo eso.
Es urgente impedirlo. Se debe poner en conocimiento de la población el estado de la situación que acabamos de plantear y solo los pueblos están capacitados para salvar a los pueblos pero para ello deben saber donde está el enemigo.
Asimismo, en ese proceso, emergerá naturalmente el o los conductores necesarios de todo proceso histórico.