La nave de los locos

En los últimos días, gracias a las manifestaciones de Petro, el presidente de Colombia, se tomó conocimiento de un incierto incidente protagonizado por Javier Milei.

Todo parecería indicar que, contrariado por la intervención del colombiano, tuvo uno de sus clásicos arrebatos que son la clara manifestación de su falta total de equilibrio emocional.

Esta exteriorización de semejante personalidad queda expuesta en el curso del G20, ante la mirada impávida de los responsables de las mayores potencias del planeta.

Que Argentina se encuentre representada en este espacio es asombroso: nuestro país no tiene la relevancia para ocupar ese lugar. Sin embargo, por las vueltas de la diplomacia, ahí estamos.

Pero el asombro llega a límites de lo inimaginable cuando uno debe aceptar que el país está representado por este desnucado.

¿Cómo es posible justificar tamaño dislate?

¿Y cuál es el dislate?

En realidad son varios.

A lo largo de su vida política el carajeador serial ha dado muestras de sus desvaríos ideológicos: apoya la venta de órganos, la extiende (¿por qué no?) a la venta de niños; tiene comunicaciones con las voces del cielo; sostiene un vínculo tan especial con sus perros que los incorpora a su bastón de mando; utiliza un lenguaje soez; insulta a todo aquel que se oponga a sus dictados; pretende llevar a cabo una incursión personal a nivel internacional pero involucrando en ella a la Argentina…

¡Caramba! No es poca cosa.

Con la desmesura que lo caracteriza hizo pelota muchos años de trabajo para incorporar al país a los BRIC, donde se reúnen dos de nuestros principales socios comerciales (Brasil y China) y una fuente importante de inserción en el mundo; proclamó la total vinculación con la estrategia de EE.UU. e Israel, desechando años de una política independiente y respetuosa de los vínculos con todos los países, en tiempos donde el conflicto Rusia-Ucrania e Israel-Palestina tiene connotaciones muy peligrosas para el futuro de la humanidad; desprecia los temas referidos a la agenda impuestos por amplia mayoría en los organismos internacionales para proteger al planeta del cambio climático que, sin lugar a dudas, también pone en peligro nuestro futuro…

Tamaña enumeración es altamente preocupante pero mucho más la forma de procurar la imposición de estos disparates.

Manifiesta una absoluta falta de consideración de los requisitos institucionales y un total desprecio de las normas constitucionales al punto de disponer de un decreto de necesidad y urgencia que lo inviste de poderes que implican la suma del poder público.

Para ello se ha valido de mecanismos perversos que le han proporcionado apoyos de gobernadores que han inducido a sus legisladores a apoyar distintas medidas promovidas contra natura. Todo ello a través de procedimientos que si hubieran sido aplicados por las fuerzas populares hubieran desatado una brutal reacción por los sectores dominantes, en repudio a la improcedencia de los modos empleados.

En ese sentido sorprende la confusión reinante en la oposición.

Sin ir más lejos, la recientemente “electa” presidenta del Partido Justicialista (PJ) ha llevado a cabo una celebración del día de la militancia en Santiago del Estero, con la participación de su gobernador quien, sin embargo, no ha tenido reparos en suscribir el mal llamado Pacto de Mayo y alguno de sus legisladores se ausentó para no dar quorum en las sesiones de diputados que debían impedir decisiones arbitrarias del presidente. Un tal señor Gómez, que no dudó en convocar al acto, estaba presente.

Pero las inconsistencias no son solo del PJ, alcanzan a toda la oposición, incluso aquella que se manifiesta aliada del engendro que gobierna y, por tal motivo, todos resultan funcionales a las extravagancias que se atribuyen al “jamoncito” que se supone gobierna cuando en realidad quienes lo hacen son los grupos concentrados que en esta coyuntura sin el menor pudor se han manifestado decididamente como los dueños de la Argentina.

Si querés conocer el nombre de todos ellos, te remitimos a nuestros anteriores trabajos y te rogamos prestarle atención porque vienen por todo y están dispuestos a todo, Gorda Dan mediante.

Si no fuera tan terrible sería para morirse de risa.

Pero es terrible: peligra nuestra soberanía, la explotación de nuestra riquezas naturales, peligra incluso nuestra integridad territorial, están empeñando el futuro de varias generaciones, están conculcando las posibilidades de nuestro desarrollo independiente, no tienen otra intención que hacerse de todo por nada o, lo que es lo mismo, hacerse de todo a cambio de nuestra deudas.Deudas que una vez más (como en la dictadura, como en el menemismo, como en la gestión de Macri) han cargado al Estado argentino (es decir a todos y cada uno de nosotros) pero que estos miserables han fugado a cuevas internacionales donde han sabido arrojar los fondos originales, robándolos delante de nuestras narices, sin el menor pudor.

Pero hay momentos de locura, en la locura dominante, que pueden esclarecer el estado de las cosas. Ocurre, por ejemplo, que el movimiento nacional y popular llevó de candidato a senador, en Entre Ríos, a un personaje llamado Kueider.

Ocurre que el singular senador, electo en definitva por el PJ, se ha caracterizado en apoyar sin mayores escrúpulos, distintos proyectos de la Libertad Avanza (LLA).

En estos días, el desdichado personaje ha sido detenido con su secretaria en Paraguay, portador de doscientos mil dólares y una importante suma de pesos nacionales.

Ante esto, la gente de LLA dice “¡Qué barbaridad, este hombre del PJ” mientras que la gente del PJ retruca “¡Que traidor, este tipo al servicio de LLA”.

En definitiva estamos en presencia de una muestra elocuente de tránsfugas permanentes: aquellos que lo hicieron senador por el PJ; los supuestos anticasta que se valen de los castosos para lograr sus objetivos; el eternamente miserable Macri que parece haber metido las uñas en el caso; este no menos miserable Kueider que debería ser condenado a alguno de los infiernos del Dante (claro que sin secretaria).

Qué tristeza para la patria.

 

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