El 20 de febrero Milagro Sala cumplió 61 años.
La líder del movimiento Tupac Amaru sigue detenida de manera domiciliaria en el marco de su tratamiento en establecimientos especializados en la capital de la provincia de Buenos Aires.
Allí transita sus días, en una humilde pero digna casa acompañada por su hija, nietos y algunas compañeras del movimiento, cuya tranquilidad solo se ve alterada por las frecuentes visitas de otros compañeros que tratan de manifestar con sus visitas el afecto y la admiración que por su obra y su entereza Milagro merece.
Esa es también nuestra actitud de agradecimiento la que nos mueve a intentar estar cerca de Milagro cada vez que resulta posible: agradecimiento por una obra desarrollada en Jujuy que es insuperable; agradecimiento por esta actitud valiente y ejemplificadora para toda una dirigencia que no sabe como enfrentar la cruel situación que vive nuestra Patria en este momento histórico; agradecimiento por estar dispuesta a continuar la lucha, a no bajar los brazos, a no entregarse; agradecimiento y también vergüenza…
Vergüenza por tanto sinvergüenza que no se ha solidarizado por la persecución de que ha sido objeto; vergüenza por la falta de expresiones colectivas que expresaran el repudio que merece su injusta situación; vergüenza por los más de nueve años que le han impedido a esta mujer sin par seguir trabajando en pro del bienestar de los sectores más castigados de nuestro Pueblo; vergüenza por haber aceptado que la metodología mafiosa de incriminar a los rivales se haya desarrollado en Jujuy y expandido por el resto de nuestro territorio; vergüenza por la cobardía e inacción de tanto dirigente despistado, resignado o cooptado por el capital monopólico que se adueñó de la Patria; vergüenza por alguien que corrió a su lecho de enferma, se sacó la foto y partió diciéndose incapaz de resolver su liberación, pese a ser el presidente de la República…
Llegamos temprano a casa de Milagro, de la mano del compañero Isaac, el autor del mural inaugurado en oportunidad de cumplirse los nueve años de la prisión, hace pocos días. Previamente habíamos recorrido la institución cultural que Isaac lidera y que está integrada a la Tupac.
Llegamos temprano digo, casi cuando estaban levantándose, en plenos preparativos para la extensa jornada que iba a transcurrir. Y del reducido grupo original, a medida que avanzaban las horas, se acercaban otros que ampliaban el cálido cerco con el que intentábamos rodear a Milagro.
Había muchos compañeros de la ciudad de La Plata pero otros llegaban de distintos lugares del gran Buenos Aires y entre ellos estaban compañeros entrañables de la Chapanay, compañeros de ideas y de localización, pues ambos compartimos Temperley como lugar de trabajo.
Y a la hora de apagar las velitas, resultó que Milagro es hincha de River…