El día miércoles 4 de diciembre se conoció la detención del Senador argentino por la provincia de Entre Ríos, Edgardo Kueider, en la frontera con Paraguay. Ocurrió cuando intentaba ingresar a ese país con más de doscientos mil dólares sin declarar. Desde ese día la agenda oficial, opositora y mucho más, se ocupa sólo del tema Kueider. La confianza y el prestigio de la política en nuestro pais es escaso, este hecho confirma, para propios y extraños, todas la sospechas y también les permiten crecer.
El senador fue electo en el 2019 en la lista del Frente de Todos, que llevó a Alberto Fernández a la presidencia, los senadores tienen mandato por 6 años a diferencia del presidente que es por 4 años, al senador todavia le quedaba un año. Con la llegada de Javier Milei al gobierno, el senador por Entre Ríos, junto con algunos otros, inició un acercamiento al nuevo gobierno y favoreció la sanción de algunas leyes como la llamada ley Bases. Tambien aportó a sostener posiciones del gobierno en contra de algunas leyes, que luego de ser sancionadas por el Congreso, no pudieron ser sostenidas ante el veto del ejecutivo. Pasó de actuar como parte del peronismo, que actualmente es el mayor opositor, a ser un aliado de La Libertad Avanza, actual partido de gobierno.
La presidencia de Milei lleva poco más de un año, la duda al inicio de su mandato era como se comportaría el Congreso, donde el gobierno tiene pocos representantes, en diputados tenía al asumir 39 de 257 y en senadores 6 de 72, los números cambiaron un poco desde diciembre del 23 cuando asumieron, las causas de los cambios se deben a las presiones amigables y no tanto practicadas por el gobierno nacional, además por algunas disidencias internas. Pero está claro que con estos números se imponía la nogociación y las alianzas. Todos destacan la habilidad puesta en juego por el gobierno para no verse limitado en su accionar por el poder legislativo. El caso Kueider, permite inferir como funcionaba. Algunas sospechas se confirman y el gobierno de LLA no lo pudo defender, muy a pesar del ejecutivo, el senador fue expulsado de la cámara, con una diferencia apabullante, el requisito de los 2/3 se superó ampliamente. El resultado fue de 65 a 5, con un agregado, el reemplazo, que es su suplente en la
boleta electoral del año 2019, es de una de las agrupaciones más cercanas a Cristina Kirchner. El ejecutivo no sólo pierde un aliado, sino que la oposición más potente suma un senador más. Igual no se rendirán tan fácilmente, tal vez acepten una pérdida e intenten judicialmente con el argumento de la sesión inválida por la presidencia simultánea de Victoria Virrauel de la Cámara de Senadores y su interinato de la Presidencia de la Nación por la ausencia de su titular, con alguna presentación en Tribunales y algún juez que conceda la situación en disputa y postergue que la nueva senadora asuma la banca.
Algo que se debe observar es a que se debe la derrota del gobierno, en este sentido, es probable que no sea por el fortalecimiento de la bancada opositora de Unión por la Patria, que motorizó la expulsión, si no por los aliados que no se sienten suficientemente reconocidos. Para identificar quien le infringe la derrota al gobierno, habría que mirar a quienes son más capaces de conocer los itinerarios del senador expulsado y de los fondos que podría estar manejando, que además tiene muy buenos contactos en Paraguay. Es probable que estemos ante la reformulación del acuerdo entre el gobierno de LLA y Mauricio Macri. Que se manifiesta en evidentes manejos discrecionales de fondos de dudoso origen, empresas offshore y propiedades no declaradas. Por ahora aparecieron Kueider, caso resonante y Cristian Ritondo, presidente en diputados de la bancada del Pro. Debemos estar atentos, si aparecen más casos de este tenor, es que las negociaciones siguen estancadas, en el caso que se vayan diluyendo es factible que se deba a que llegaron a un nuevo acuerdo.
A esta altura reiterar que la identificación de la “casta” a la que se oponía Javier Milei está bastante desdibujada; al menos una buena parte de su gabinete estuvo en uno o varios gobiernos anteriores ocupando lugares parecidos; en relación a los integrantes del Congreso a los que calificaba de “ratas”, es evidente que unos cuantos de esos son sus socios en su gestión de gobierno. Lo que falta para que algunas ponderaciones del elenco gobernante profundicen su caída, está asociado con la calidad de la oposición que se visualice. Esa es la tarea pendiente.
Ricardo Grosso
diciembre 2024