En general cualquier disciplina intenta entender que es lo que pasa, para proyectarlo hacia el futuro, el insumo son los antecedentes. Esto es aplicable a los diagnósticos sociales y también a los individuales. La dificultad aparece cuando no se logran diferenciar los aspectos que se reiteran de aquellos que son nuevos.
A esta altura de fin de año ya estamos en plena campaña electoral y asistimos a una confrontación que se presenta con mucho ruido, el actual presidente por un lado y el ex presidente Mauricio Macri por el otro. Tiene todos los condimentos, son dos pesos pesados, sobre todo por la capacidad de daño y prodríamos agregar, por la total falta de escrúpulos.
Hace un par de años, en el año 2022 había una situación parecida, los lugares principales en la pelea los ocupaban Rodriguez Larreta y Patricia Bullrich, hoy de eso quedó muy poco. Uno está buscando nuevos horizontes y la otra es una ministra del que finalmente ganó las elecciones, Javier Milei, que podemos recordar que en aquel momento integraba un bloque de sólo 2 diputados, única representación lograda en las elecciones de ese año.
Mirando un poco los antedentes, desde la vuelta de la democracia, comprobamos que al inicio de cada gestión hay declaraciones en el sentido de situación histórica, bisagra, dar vuelta la página y varios etcéteras más, todos los recién llegados aluden a algo totalmente nuevo, que ellos encarnan, “estamos haciendo historia”. Son varios los que en un tiempo prudencial, sólo pueden repetir esas expresiones en el sentido personal, su historia cambió, no mucho más. ¿Pasará lo mismo con el presente?
La cuestión es otorgarle a este presente el carácter de una real novedad o suponer que lo que estamos viviendo es parte de la volatilidad política que arrastramos en los últimos años. Repasemos, continuidad hubo con Menem, 10 años presidente, reformó la constitución en el año 1994 para tener un segundo período, en este caso de 4 años, que sumó al primero de 6 años. Hay quien dice que de haber sido candidato en el año 1999, hubiera podido ganarlas y a partir de eso grandes especulaciones sobre el 2001 y muchos etcéteras. El otro período de continuidad fue el de los cónyuges Kirchner, fueron 12 años, primero uno de 4 de Néstor y los otros 8 años de Cristina. Tampoco faltan aquí versiones en el sentido de que si hubiera podido ser candidata, es probable que hubiera ganado.
Ambos tramos se produjeron en marcos internacionales muy diferentes y especiales, Cuando Menem llega al gobierno estaba terminando la guerra fria, primero cayó el Muro de Berlin en el 1989 y poco después en 1991 se disolvió la Unión Soviética. Los Estados Unidos emergían como la gran potencia y sin alternativas a la vista. Por su parte los Kirchner ya a principios de este siglo fue acompañado con una valorización de las materias primas que no ocurría desde fines del siglo XIX, precios que posibilitaron balanzas comerciales favorables, esta modificación de los precios relativos en relación a los industriales favoreció a todas las economías de la región que siempre se han caracterizado por la producción y exportación de materias primas.
Esto es lo que habilita a pensar en las continuidades, pero en el caso de Mauricio Macri, que ganó en el año 2015 y no logró ser reelecto, sólo estuvo un período de 4 años y perdió la elección para su segundo mandato. Su sucesor Alberto Fernández, estuvo un período de 4 años y no pudo siquiera ser candidato. Quien actualmente ejerce la presidencia es tan nuevo que no estaba en ningún pronóstico serio, me atrevo a decir que tampoco en los no tan serios.
La inestabilidad no es un fenómeno nuevo en la región y algunos autores han manifestado dudas en el sentido de si es la inestabilidad ecónomica la que genera la inestabilidad política o si en realidad causas y consecuencias se invierten.
Repito las dudas sobre los pronósticos, con la utilización de los antededentes mediante, también debe agregarse que cualquier futuro imaginado tiene los contenidos inevitables de los deseos de quien lo formula. ¿Estamos ante algo nuevo o esto es más de lo mismo? ¿La observación es correcta o sólo es una manifestación de lo que me gustaría que ocurra?
En principío la pelea entre el ex presidente M. Macri y el actual presidente J. Milei, se parece a la que hubo al interior de lo que se llamó Juntos por el Cambio. La pelea de la cual conocemos el resultado, podemos decir que acaparó muchas discusiones, pero pareciera que se adelantaron en el tiempo, resultando sólo un problema entre políticos y a la hora de las urnas ya no interesaba. ¿La actual pelea interesa a la población o sólo a los que participan de ese mundo de los políticos, que sabemos goza de poco prestigio?
Mientras tanto, en la vereda de enfrente, no se observan suficientes novedades, hay internas poco aclaradas, las propuestas no alcanzan para generar una adhesión significativa. Malas noticias. Podemos ver con esperanza e incluso ilusionarnos con los errores que se cometen desde las fuezas hoy dominantes, pero falta una fuerza que pueda encarar un gobierno que no sea producto de la volatilidad de los votantes y del hartazgo ante ideas rancias y que pretenden imponerse sólo con los pergaminos del pasado.
Ricardo Grosso
diciembre 2024