Poemas de Miguel Ángel Bustos

NO OLVIDAMOS NADA

No olvidamos el llanto
ni el vacío de los muertos en la tierra.
América circula con todo sufrimiento.
Pero canta.
No con voz de fuerza.
Canta el día de luz que llega
por el río de trigo,
al ardor de sus hombres
erguidos y en marcha.
No olvidamos nada.
Pero el canto es la fiebre más alta.
Huye de nuestras frentes,
señala nuestra sangre.
Alto. Altísimo.
Como nuestro amor.

SUEÑO QUEBRADO

Sueño quebrado
levántate y anda
Marcha de mi frente
abre mi tierra.
Levanta
ruda muralla de niños
al dólar de fuego y zarpa de balas.
Vuelve
joven enamorado del agua
al mordido corazón rebelde,
abraza y besa prieto hasta la llama
pedernal de lágrimas,
mi corazón
clavado a pico de sangre
en las vigilias desnudas de mi cuerpo.

LUNA DE HERODES

Si en la noche inmóviles policías sujetan perros de
boca en piedra, yo tiemblo. Quiero alejarme no puedo, como
en sueños
Entonces alzo la mano a mi pecho traspasado. No
sea que a lo lejos entre las selvas de hueso y aliento salga el
aullido de aquel que devora mis entrañas. Y aullando
prolongue en los perros guardianes un odio en silencio y
dientes, que por milenios me persigue.

 
Miguel Ángel Ramón Bustos (Buenos Aires, 31 de agosto de 1932 – Buenos Aires, 20 de junio de 1976) fue un poeta, periodista y artista plástico argentino. Fue secuestrado por la dictadura militar argentina el 30 de mayo de 1976.

El 20 de junio del mismo año fue asesinado junto a otras diez personas en un descampado de Avellaneda, en un episodio conocido como Masacre de Sarandí. Este hecho, presentado en los medios como un enfrentamiento, ahora conocemos que fraguado, dio origen a una carpeta del Consejo Militar de Guerra. La investigación posterior realizada sobre hechos conexos señala que Bustos pudo haber estado secuestrado en el Centro clandestino de detención “El Vesubio”. Sus restos fueron arrojados por los represores en una fosa en el Sector 134 del Cementerio de Avellaneda y exhumados en 1991 por el Equipo Argentino de Antropología Forense. La identificación de los mismos fue finalizada en el año 2014 y estuvo a cargo de miembros fundadores de dicha organización. El 31 de agosto de ese año, día que Bustos hubiera cumplido ochenta y dos años, se juntaron su hijo Emiliano y familia con amigos poetas y artistas en el Parque de la Memoria para, en una sobria ceremonia, finalmente poder despedir al poeta, arrojando las cenizas al Río de la Plata.

 

Compartir en: